Los cuentos de Hermione
domingo, 20 de mayo de 2012
Bye!
Alguien a lo lejos dijo tu nombre, de pronto las piernas se inmovilizaron, el corazón me dio un vuelco y cerré los ojos y te imaginé. El corazón me latía muy fuerte y de pronto sentí como que flotaba sobre la nube más blanca ... Cuando abrí los ojos, estaba en el suelo y todos los demás a mi lado preguntándome si estaba bien ... Mis ojos buscaron tu cara, pero no te encontraron. Salí de allí corriendo y dejando a los otros atrás, tenía intención de encontrarte y decirte que era lo que sentía. Y allí te encontré, y no pienses que no me costó, eres muy escondidizo... Cuando me acerque a tí pense que era una mala idea, y sentí ganas de irme de allí. Pero entonces empece a recordar todos los momentos junto a tí, todas las risas y las caídas y por fín en mucho tiempo, sentí que mi cabeza no estaba echa un lío y supe que era lo que tenía que hacer. Me senté a tu lado, estaba más relajada, sentía que me había quitado un peso de encima y te hable con total tranquilidad, eres el único en el que confío y no quiero perderte, así que guarde con llave esos sentimientos en la caja más lejana de mi cabeza... Para que nada me hiciera perderte.
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